ORO, SAL E INTERPRETACIONES GEOLÓGICAS EN EL CHUBUT DE ANTAÑO

 

ORO, SAL E INTERPRETACIONES GEOLÓGICAS EN EL CHUBUT DE ANTAÑO

Julio Emilio Stampone

 

No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños.

Cicerón (106 AC- 43 AC), escritor, orador y político romano.

 

Un poco de historia

El destino quiso que un grupo de mujeres, hombres y niños dejaran su Gales natal para arriesgarse a establecerse en una inhóspita tierra patagónica. Ellos partieron de Liverpool y después de dos meses de navegación el 28 de julio de 1865 desembarcaron en un lugar de Bahía Nueva, actual Golfo Nuevo, al que bautizaron como Puerto Madryn; llegaron 150 personas, cinco niños fallecieron antes de llegar y dos nacieron durante el viaje. Los arribados tenían por objetivo trabajar la tierra, tarea que desarrollaron con gran esfuerzo y dedicación, no obstante ser, en su mayoría, mineros de profesión. Con ellos estaba John Daniel Evans, un niño de sólo tres años que más tarde protagonizaría un acontecimiento histórico, el que paso a relatar:

Cuentan las crónicas de la época que en el año 1882 llegó al país procedente de Australia un tal capitán Richards, quién con su familia se instaló a orillas del río Chubut; hombre de espíritu aventurero contagió a Evans y a varios amigos la idea de ir a buscar oro al oeste. Prontamente los entusiasmados jóvenes decidieron emprender la aventura, y en noviembre de 1883 con Evans a la cabeza un grupo de nueve amigos partió en busca de ignotos yacimientos auríferos. A pocos días de la partida cinco desistieron y regresaron, los cuatro restantes, siempre con John como guía, continuaron la marcha. Luego de algún encuentro fortuito con araucanos, el 4 de marzo a la altura del río Chubut medio, a unos de 200 kilómetros de Trelew, se toparon con una treintena de indígenas belicosos, los jóvenes colonos se defendieron a tiro de revólver, sólo John, herido por un certero lanzazo en el hombro izquierdo pudo sobrevivir escapando al galope; y gracias a la resistencia de su caballo Malacara fue que después de  dos días de cabalgata con los cascos ensangrentados, el noble caballo lo trajo de regreso al valle inferior. Los aborígenes frustraron el primer intento organizado de exploración minera en Chubut.      

Tiempo más tarde, John D. Evans conocido también como “El baqueano”, tuvo conversaciones con el Teniente Coronel Luis Jorge Fontana, a poco de asumir éste, designado el 26 de noviembre 1884, como primer Gobernador del nuevo Territorio Nacional del Chubut, quién tenía en sus planes explorar el interior del territorio chubutense en busca de tierras aptas para la agroganadería y la explotación de minerales, especialmente oro.

Es de destacar qué, además de sus méritos militares, Fontana fue alumno del naturalista Carlos German Burmeister, de quién obtuvo conocimientos y gran motivación por las ciencias naturales, aspectos que se ven reflejados en la crónica de su viaje al interior del territorio.

 

El grupo de exploración, al mando del Gobernador Fontana, también conocido como “Rifleros del Chubut”, estaba integrado por 30 personas, siete argentinos, dos alemanes, un estadounidense y diecinueve galeses, entre ellos John D. Evans y su caballo Malacara.

El 14 de octubre de 1885 estos expedicionarios partieron desde Rawson con destino incierto (Fig. 1); llevando consigo muchos elementos entre los que se incluían instrumentos científicos, y herramientas para minas.

 


 

                                             Figura Nº 1: Mapa del recorrido de la expedición.

 

Algo de geología

Desde su arribo a la Patagonia y durante el tiempo previo a la salida exploratoria, el Comandante Fontana dedicó gran parte de ese lapso a investigar las zonas próximas de meseta y el litoral costero. Entre los muchos estudios que realizó se destaca su descripción de los actuales Rodados Patagónicos y la interpretación geológica del área patagónica norte,  que seguidamente transcribo textualmente de la página 30 de su informe sobre el viaje.

 

“La constitución petrográfica de esos cuerpos rodados, en general pórfiros y silicatos diversos, acusa de una manera incuestionable el lugar de donde proceden: son fragmentos de altas montañas que existieron en días pasados y otros pertenecen a elevaciones actuales del suelo que se disgrega a nuestra vista. Ese manto inmenso de piedras cubre la mayor extensión de la Patagonia, y según la opinión del eminente Darwin, constituye la capa más considerable de cascajo que existe en todo el mundo, reunidas todas esas piedras, dice el mismo autor, podría levantarse una gran cadena de montañas.

No queda duda, pues, de que la superficie del terreno argentino se nivela; que la Cordillera Andina y sus innumerables ramificaciones pierden por momentos la rigidez de su altura y de que el mar tiende a retirarse de la tierra.

Pero así como las montañas bajan, el solevantamiento de estas costas es un hecho perfectamente averiguado que no puede escapar a la mirada del hombre menos observador”.

 

El oro

Iniciada la expedición, después de dos días de marcha, cabalgando siempre bordeando el río Chubut llegaron a Las Piedras a unos 100 km al oeste de Rawson, recorrieron la zona haciendo diversas observaciones científicas, describiendo entre otros, aspectos antropológicos, geológicos y mineros como el hallazgo caolín mezclado con silicio, cubierto por un manto de cal cristalizado (sic).  

Después de algunos días de marcha, Fontana, en su relato, menciona que en el Cañadón del Oro se hallaron indicios de oro, agregando que desde el paso de los Indios aguas arriba, se encuentran granos pequeños de oro mezclados con arena del río, que ellos calcularon en diez granos pequeños de oro puro por cada palada de arena (sic).

La comitiva continuó recorriendo el valle del río Chubut hasta llegar a la confluencia con el río Tecka-Gualjaina, Chamarte para ellos, hasta este lugar llegaban los conocimientos del baqueano John Daniel Evans, de aquí en más siguieron el nuevo curso sin saber que les esperaba por delante, pero, con la expectativa de encontrar oro en venas. Llegando a un lugar próximo a la naciente del nuevo curso, observaron que las arenas contenían pepitas de oro; más adelante describen que en la orilla de una cadena de sierras encontraron dos vetas de fierro óxido, conteniendo oro (sic), siendo el depósito de 12 metros de espesor, y su descubridor el integrante de la expedición Ing. de minas W. Katterfeld. Avanzando hacia el suroeste los expedicionarios se encontraron con el río Senguel o Senguerr, el que remontaron aguas arriba donde detectaron oro a razón de cuatro y medio gramos por metro cúbico de arena, tierra y cascajo fino (sic), este fue el último hallazgo de oro descripto en la memoria del viaje.


Figura Nº2. Desembocadura del lago Coluhé Huapi en el río Chico. Foto Viaje de exploración a la Patagonia Austral.

 

Finalmente, siguiendo primero la margen derecha del río Chico y luego el río Chubut, el 1º de febrero de 1886 los expedicionarios llegaron a Rawson, después de haber recorrido unos 2400 km, aunque para Fontana fueron 1000 leguas, casi el doble.

 

Ninguno de los rifleros se hizo rico con el oro, pero ellos se ganaron un lugar en la historia de la colonización de la Patagonia, y una parcela de una legua cuadrada que el gobierno nacional otorgó a cada uno en el Valle 16 de Octubre, en la zona cordillerana del actual Trevelín. John Daniel Evans, su familia y Malacara se establecieron en este lugar en 1891, donde permanecieron el resto de sus vidas.


En ese sitio, en 1918, él construyó el Molino Harinero de la Compañía de los Andes, de ahí el nombre del pueblo “Trevelín”, que en galés significa pueblo del molino.

 

Figura Nº3. John D. Evans y Malacara en Trevelín, 1906.

 

El viaje del Comandante Luis Jorge Fontana y sus rifleros, además de aportar significativamente al conocimiento de la flora, la fauna, la hidrografía y las posibilidades de aprovechamiento económico de los recursos naturales del Chubut, influyó notablemente en los habitantes de la región costera; alentando la migración de muchos de ellos hacia el interior del territorio para realizar tareas agropecuarias o actividades mineras en busca del preciado metal amarillo; tanto es así que este último interés se vio reflejado en el registro minero de la época.

 

La sal

El Código de Minería de la Nación, rige desde 1887 (Ley 1919), mientras que el libro de Registro de Minas en el Territorio Nacional del Chubut, hoy Provincia del Chubut, está vigente desde 1892; sin embargo, el primer registro minero tiene fecha 20 de noviembre de 1891, y el solicitante fue Antonio Munno, quien declaró una mina de sal gemma en Península Valdés, con el nombre de "Celestina". A ésta, le continuaron cinco minas más de la misma sustancia y en la misma zona.

El registro Nº7, asentado el 23 de abril de 1892, está a nombre de John Coslett Thomas y corresponde a aluviones auríferos y criadero de cuarzo aurífero, localizados en el arroyo Cwts y en la Cascada Teca (sic). Ese mismo día John Coslett Thomas, en representación de terceros, registra en forma manuscrita cincuenta y nueve minas más. En ese entonces, el libro de registros estaba en la ciudad de Buenos Aires y dependía del Departamento Nacional de Registro; en la actualidad, los registros se realizan en la ciudad de Rawson, bajo la responsabilidad de la Dirección General de Minas y Geología de la Provincia del Chubut. 

También fue el Comandante Fontana, quién siendo Gobernador del Territorio Nacional del Chubut, designa a los ingenieros Garzón y Ezcurra para estudiar la posible explotación de sal en la Península Valdés, contando ellos con la colaboración del baqueano Don Gumersindo Paz, que estaba radicado en la península desde 1882, y fue precursor de la nueva generación de habitantes que se radicarían en esa parte del territorio chubutense.


Figura Nº4. Retrato del Teniente Coronel Luis Jorge Fontana de 1879, año en que fundó la Ciudad de Misiones y alcanzó el grado militar mencionado.

 

En área de la Salina Grande en Península Valdés existen varias vertientes a distintos niveles topográficos. Estas aguadas son conocidas como Manantiales Villarino, en honor a su descubridor Basilio Villarino, quién fue piloto de la expedición comandada por Juan de la Piedra que desembarcó el 7 de enero de 1779 en la península en el lugar que hoy se conoce como Playa Villarino (sobre el Golfo San José).

Posteriormente, aprovechando las bondades de la zona de manantiales, los españoles establecieron en ese lugar un asentamiento productivo denominado Puesto de La Fuente, que dependía del Fuerte y Puerto de San José de la Candelaria, que estaba ubicado en el Golfo San José a 200 metros de la costa. En la Salina Grande ellos aprovecharon las vertientes para criar ganado, cultivar y explotar la sal.


Los precarios asentamientos españoles, duraron 31 años, desde 1779 a 1810, siendo atacados y destruidos por los tehuelches.

 






Figura Nº 5. Asentamientos españoles en Península Valdés. Modificado de Villelli, M.

 




La Península presenta escasos recursos mineros, los áridos, y la sal común (halita) principalmente en la Salina Grande (45m bnm) y también en la Salina Chica. Este mineral gravitó notablemente en la historia de Península.

Antonio Munno, además de ser el primer declarante de una mina en Chubut, también fue el primer concesionario para la explotación de sal en la Salina Grande. De nacionalidad italiana, llegó en 1885 a Puerto Madryn junto con otros inmigrantes para la construcción del Ferrocarril Central del Chubut, que uniría la Ciudad de Trelew con Puerto Madryn. Tiempo después inicia la explotación de la Salina Grande, trasladando en carros y embarcando el mineral en el Puerto San José, en el golfo del mismo nombre, donde otrora lo habían hecho los españoles. Y es en 1898 cuando forma una sociedad junto a los Hnos. Ferro y Alejandro Piaggio, para explotar racionalmente la salina, construyendo un ferrocarril para transportar la sal para su embarque en Puerto Pirámide con destino a Bahía Blanca, Buenos Aires y Montevideo.

El Ferrocarril Península Valdés funcionó desde 1901 hasta 1920, uniendo la Salina Grande con Puerto Pirámides, también se utilizó para el transporte de pasajeros. Era de trocha angosto (0,76 m), tenía dos estaciones intermedias y una extensión de 34 km (Fig.6). Se estima que llegaron a transportar unas 12.000 toneladas anuales de sal.



Figura Nº 6. Salina Grande y transporte férreo de sal.

La primera guerra mundial y el avance de los frigoríficos, entre otros factores, influyeron en el cierre de la línea férrea, y en la significativa reducción de los volúmenes de explotación.

 

 


Bibliografía

Barba Ruiz, L. 2000?. Pirámides y No pirámide.

Fontana, L.1886. Viaje de exploración en la Patagonia Austral. Bs.As. Talleres La Tribuna.

https://es.wikipedia.org/wiki/John_Daniel_Evans

Registro Minero, Provincia del Chubut

Stampone, J. 2003. Geología, una visión desde el cosmos. Universidad Nacional de la Patagonia S.J.B.

Stampone, J. 2020. Lagos Epecuén y Colhué Huapi, inundación y sequía, dos desastres naturales y un solo responsable, el hombre. Geologiaamigable.blog.spot.com

Villelli, M., Buscaglia, S. y B. Sanci. 2013. Una genealogía de los planos históricos del Fuerte San José. Península Valdés, Chubut, Siglo XVIII. https://doi.org/10.4000/corpusarchivos.76

 

Comentarios

  1. ¡Qué historia! Muy interesante y qué valientes. Asombrado por el recorrido que han hecho. Toda una azaña. Había escuchado comentarios sobre los Rodados Patagónicos pero no pensé que fueran tan importantes. Tomo nota. Gracias, un gran abrazo.

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  2. Un buen ejemplo que la historia es una ciencia auxiliar de la Geología. Importante e interesante tu trabajo que valora y reconoce, por sus aportes, a los primeros exploradores del Chubut.

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    1. Muchas gracias por el comentario, sin duda la geología está asociada a la humanidad

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  3. Felicitaciones Julio. Deje comentario a tu trabajo.

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  4. Como bien decis al comienzo, que interesante es conocer un poco de lo que ha sucedido antes de nosotros. Muy lindo relato! Te felicito.

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  5. Muy buen trabajo! Gracias, Julio. Saludo cordial. Lagiard.

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